ESTE
DÍA SÓLO VISITAMOS LA ZONA DE PEST.
Tras una noche algo calurosa porque no
bajamos la calefacción lo suficiente, apetecía mucho una ducha, luego desayunamos
y salimos a conocer Budapest.
Paseando entre 15-20 minutos, llegamos
a uno de los lugares que uno tiene en mente cuando piensa en Budapest, el Puente de las Cadenas. Aunque el
día era fresco, hacía un sol espléndido, así que pasemos por la zona e hicimos
un montón de fotos.
El PUENTE DE LAS CADENAS (Széchenyi Lánchíd), llamado también Puente
de Széchenyi, fue el primer puente fijo sobre el Danubio en Hungría, antes sólo
se podía cruzar el río por un puente temporal, en barco o en invierno sobre el
hielo. Como la ciudad necesitaba un puente de piedra, el conde István
Széchenyi, hizo todo lo posible para realizar su construcción, el paso decisivo
fue llamar al arquitecto inglés, William Tierney Clark, y al ingeniero escocés,
Adam Clark. Fue inaugurado el 20 de noviembre de 1849, tras 20 años de obras,
en su época era considerado una maravilla técnica. Durante la Segunda Guerra
Mundial los alemanes volaron todos los puentes de la ciudad; años después se
reconstruyó y el nuevo fue inaugurado en 1949, 100 años después del primero. Custodiado
por unos leones de piedra, en el lado de Buda llega hasta la plaza Clark Ádám,
desde donde sale el funicular que sube hacia el Castillo de Buda, y en el lado
de Pest, termina enfrente del precioso Palacio Gresham (actualmente el Hotel
Four Seasons). El puente sale en la moneda de 200 Ft.
Luego nos acercamos a la Fuente del
Danubio, que era el punto de partida de Budapest Imprescindible, nuestro
tour gratuito que comenzaba a las 10’30 y duraba algo más de dos horas. Visitamos
brevemente la Basílica de San Esteban (hay que pagar alguna moneda para entrar),
luego en la Plaza de la Libertad hicimos una parada para tomar un café, y
finalizamos en el Parlamento. Las explicaciones del guía y la ruta nos gustaron,
pero lo que no nos gustó nada, es que el grupo fue muy numeroso.
Palacio Gresham (acualmente Hotel Four Seasons) |
Basílica San Esteban |
Interior Basílica San Esteban |
Interior Basílica San Esteban |
Interior Basílica San Esteban |
En la Plaza de la Libertad (Szabadság tér) se encuentra el MONUMENTO A LAS VÍCTIMAS DEL HOLOCAUSTO, muy criticado y controvertido, porque en el se muestra al águila nazi atacando al inocente arcángel San Gabriel, simbolizando a la inocente Hungría; cuando se ha demostrado que los cruciflechados húngaros, contribuyeron en el exterminio. Prácticamente a los pies del monumento hay un "contra monumento" o "monumento viviente" en el que hay objetos y cartas de judíos húngaros.
Tras el tour ya se nos había hecho hora de
comer, y fuimos cerca al Mercado Central (Belvárosi Piac), hoy en día
reconvertido en restaurantes. Cuando estábamos preparando el viaje, vimos por internet uno que nos
gustó, Buja Disznó, un lugar de
mesas corridas en el que solo sirven cerdo empanado, oreja frita y poco más. Cuando
llegamos había que esperar, pero nos gustaba y decidimos quedarnos,
esperaríamos entre 20-30 minutos. Pedimos un cerdo empanado para los dos y un
par de cervezas, y nos costó 3.400 Ft (unos 11 €); solo aceptan pago en
metálico. No me extraña que el local estuviera tan lleno, la comida es muy
barata y esta riquísima; sólo está abierto para comer.
Con un filete de cerdo empanado, comen dos personas perfectamente |
Justo a la izquierda, donde esta toda la gente, es el Buja Disznó |
Luego regresamos al Parlamento, primero
estuvimos haciendo fotos por fuera y luego ya nos acercamos al centro de
visitantes. Teníamos visita a las 4 de la tarde, días antes en casa la
reservamos y nos costaron las dos entradas 6.980 Ft (20’71 €); hay que llegar
con tiempo para pasar el control de seguridad. La visita es guiada en español, y
está muy bien que te ofrezcan gratis el guardarropa, pero está muy mal que al
salir, ya no puedas ir al baño, pero sí a la tienda.
Con una rica ornamentación por dentro
y por fuera, el PARLAMENTO (Országház)
construido entre 1884 y 1902 e inspirado en el parlamento de Londres, está diseñado
en estilo neogótico, con rasgos renacentistas y barrocos. Es el tercer
parlamento más grande del mundo y fue construido para conmemorar los 1.000 años
de la fundación del estado húngaro. La visita dura algo menos de una hora, pero
el Parlamento es una preciosidad, y merece mucho la pena su visita.
Cuando salimos eran ya alrededor de
las 5 de la tarde y el sol ya estaba comenzando a desaparecer, muy cerca del Parlamento se encuentra el MONUMENTO DE LOS ZAPATOS, compuesto por 60 pares de zapatos de hierro forjado. Los cruciflechados húngaros traían aquí a los judíos para ejecutarlos y lanzarlos al río, en ocasiones ataban a dos personas, disparaban a una de ellas, que al caer al río, arrastraba a la otra que moría ahogada.
Aprovechando la bonita luz del atardecer, paseamos por la ribera del Danubio, e hicimos un montón de fotos del mientras anochecía.
Luego regresamos a nuestro barrio, y ya nos fuimos a cenar, elegimos Fuego, un restaurante donde su carta es sólo pollo a la brasa, pedimos medio pollo, un poco de pan, unas patatas asadas y un par de cervezas, y nos costó 7.000 Ft (20’92 €) con propina del 10% incluida; muy rico, nos gustó mucho y nos hubiera gustado repetir, pero ya no volvimos.
Buda vista desde Pest |
Al fondo el Castillo de Buda |
Luego regresamos a nuestro barrio, y ya nos fuimos a cenar, elegimos Fuego, un restaurante donde su carta es sólo pollo a la brasa, pedimos medio pollo, un poco de pan, unas patatas asadas y un par de cervezas, y nos costó 7.000 Ft (20’92 €) con propina del 10% incluida; muy rico, nos gustó mucho y nos hubiera gustado repetir, pero ya no volvimos.
De regreso a casa, paramos en su súper
(Aldi) a por agua y alguna cosilla más, al preguntar si era con gas o sin gas, nuevamente
habíamos elegido mal, hay que coger la rosa; el día antes habíamos comprado la
azul, pensando era la normal, sin gas, pero no.
Un poco de televisión e internet y a
dormir, había sido un gran día en Budapest.
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